La Oficina de Protección Financiera del Consumidor es una agencia integrada por abogados y defensores que hacen de su negocio proteger a los consumidores de estafas, compañías poco éticas que se representan mal, mienten, se aprovechan de los consumidores o actúan de manera negligente.
Si bien no brindan servicios legales ni garantizan la devolución de dinero, pueden mediar en la respuesta de una empresa a cualquier problema en particular y pueden imponer multas y sanciones por su cuenta.
Esto es especialmente útil cuando las empresas de reparación de crédito se han aprovechado de un consumidor que se niega a mostrar el trabajo realizado y se niega a devolver el dinero. Pero no se limita únicamente a esto. El CFPB es una herramienta poderosa para involucrar a las agencias de cobranza, compradores de deudas y prestamistas de una clase u otra.
Presentar una queja es fácil y siempre gratis. El sistema es una serie de preguntas de opción múltiple que guiarán al consumidor a través del proceso sin esfuerzo.
Hay una sección para escribir la queja y proporcionar detalles, una sección para cargar documentos si los hubiera, una sección para el nombre y la dirección tanto del consumidor como de la empresa y una sección que debe recibir la notificación del progreso de la queja en sí.
No todas las empresas operan con el grado de transparencia que uno esperaría, pero cuando una empresa cruza la línea de marginalmente aceptable a completamente negligente o abusiva, esta es una opción que puede ser efectiva para proteger los derechos de los consumidores.